ITP, participada accionarialmente por Rolls-Royce en un 46,87 por ciento, se ha convertido en socia de esta para el programa Ultrafan.
ITP se encargará del desarrollo y fabricación de la turbina IP y de la estructura trasera del motor (TBH), suministrando los módulos que se someterán a prueba para la posterior validación del motor Rolls-Royce Ultrafan.
Este programa forma parte de la iniciativa de la Unión Europea Clean Sky 2. El desarrollo de los componentes asignados a ITP supondrá una inversión de 43 millones de euros, de los que 23,5 millones serán aportados por la UE e ITP invertirá los otros 19,5 millones.
El Rolls-Royce Ultrafan es un motor de nueva generación cuyo desarrollo se anunció en 2012, que ofrecerá un 25 por ciento de mejora en cuanto a consumo de combustible y emisiones en comparación con la primera generación de motores Trent, y cuya entrada en servicio está prevista después del año 2025.
La principal diferencia del Ultrafan con respecto a los Rolls-Royce Trent está en el reparto de trabajo entre las diferentes partes del motor, y, especialmente, por contar con un fan de admisión con álabes de incidencia variable y que es movido por una caja de reducción que permite adecuar su velocidad de giro a la ideal en cada momento, de forma independiente a la velocidad de giro de las otras partes del motor.
Se trata de una tecnología similar a la empleada por Pratt & Whitney en su familia de motores PW1000G, y que permitirá alcanzar un índice de derivación de 15:1 y un índice de presión de 70:1.
Según Alfredo López, director de Ingeniería Avanzada de ITP, “se trata del programa de I+D más grande en el que la compañía ha participado nunca. Con él, ITP se asegura continuar en la vanguardia tecnológica para la investigación y desarrollo de motores para las próximas décadas. En este sentido, queremos contribuir a hacer del Ultrafan el motor de referencia en cuanto a eficiencia de combustible, contaminación ambiental y fiabilidad”.
Rolls-Royce está terminando la expansión de sus instalaciones en Dahlewitz, junto al aeropuerto de Schoenefeld de Berlín, donde se llevarán a cabo las pruebas iniciales del Ultrafan.
El primer componente que se probará será la caja reductora, de la que se realizarán tres versiones antes de montar una de ellas en un motor para los ensayos en vuelo. En la primera de las versiones se usará un índice de reducción de 4:1.
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