¿Reducir un 1 por ciento el consumo de un avión de más de 50 años merece la pena? Para la USAF si dado que sus KC-135 queman cada año casi 1.000 millones de litros de combustible.
Motores más modernos y limpiezas aerodinámicas son los sistemas que usan los fabricantes de aviones para reducir el gasto de combustible. Ahora dentro de las segundas, la USAF ha demostrado que pequeñas cosas pueden lograr grandes resultados.
Añadir winglets puede suponer ahorrar entre un 3 y un 5 por ciento en el consumo de combustible; una nueva ala (como la del A330neo) en torno al 15 por ciento; nuevos motores entre un 10 y un 15 por ciento; cabinas de pasaje más ligeras, hasta un 20 por ciento… Estos son algunos de los puntos que Airbus y Boeing, los dos grandes fabricantes y especialistas en modernizar aviones suelen destacar al hablar de sus nuevas generaciones de aviones al compararlos con modelos anteriores.
Ahora la USAF ha comprobado cómo se puede ahorrar otro 1 por ciento cambiando la posición de los limpiaparabrisas.
Muchos aviones llevan sus limpiaprabrisas en posición horizontal como los coches. Pues cambiando su posición de reposo a vertical puede suponer reducir en un 1 por ciento el consumo según ha comprobado la USAF mediante un estudio realizado con sus Boeing KC-135. Según la USAF eso serían unos 7 millones de dólares anuales los que se ahorraría en combustible.
La verdad es que no es la primera vez que esta solución se evalúa McDonnell Douglas la adoptó en el MD-11 y C-17 y Boeing en el B-787. McDonnell Douglas estimó que con este cambio en el MD-11 se disminuía el consumo en un 1,2 por ciento respecto al DC-10. CASA, Embraer, Cessna o Aerospatiale también seleccionaron esta configuración para sus aeronaves en el pasado.
El estudio de la USAF se centró en el KC-135 ya que, aunque es un modelo con más de 50 años de servicio (fabricaron entre 1955 y 1965) y se estima que incluso pueda llegar en servicio a 2040, los 125 ejemplares en servicio consumen en torno al 14 por ciento de todo el combustible que la USAF en un año.
El estudio comenzó en 2019 usando un avión para pruebas en tierra que permitieron llevar a cabo simulaciones por ordenador de dinámica de fluidos de la parte frontal del avión para modelar como se mueve el aire durante el vuelo sobre el morro y parabrisas, con los limpia en su tradicional posición horizontal como en la vertical.
El estudio señaló finalmente que la posición vertical ahorra un 0,8 por ciento, y usando unos limpiaparabrisas más finos, se logra otro 0,2 por ciento.
El siguiente paso será modificar un avión a la nueva configuración para realizar pruebas en vuelo que validen los datos y certificarla con la FAA.
Delta Airlines se ha sumado al programa para poder estudia los resultados de cara a una posible modificación similar en sus Boeing 767.
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