Boeing ha anunciado que tendrá que realizar una serie de trabajos extra en unos 50 Boeing 737 MAX no entregados en los que ha detectado nuevos problemas de producción.
Dos agujeros que “podrían no haber sido taladrados exactamente según nuestros requisitos”, en varios fuselajes entregados por Spirit AeroSystems han vuelto a hacer saltar las alarmas en Boeing con respecto a la calidad de la producción, y los sistemas de control de la misma en el Boeing 737.
Los agujeros fueron detectados por un trabajador de Spirit AeroSystems el pasado 1 de febrero en el marco de una ventana, lo cual fue notificado de inmediato a Boeing una vez este trabajador avisó del posible problema.
Al parecer se trata de un problema de separación entre la pieza de sujeción insertada en el agujero y la pieza metálica en la que se hace el orificio. Sí los márgenes están fuera de la especificación se puede llegar a producir fatiga del metal, con el consiguiente peligro de que se forme una grieta y la posterior ruptura.
Stan Deal, presidente y consejero delegado de Boeing Commercial Airplanes explicó, en una carta a los empleados, que este nuevo problema no supone un riesgo inminente para la seguridad, pero que será necesario revisar, y posiblemente reparar medio centenar de aviones todavía no entregados. Para ello han decidido dedicar varios días de la segunda semana de febrero para centrarse en estas labores así como acometer tareas pendientes “sin tener que detener la producción”.
De los 47 fuselajes que se decidió inspeccionar en un principio, se han detectado estos agujeros mal taladrados en al menos 22 de ellos. También se sospecha que algún avión ya entregado y en servicio pudiese estar afectado por este nuevo problema de producción. Ello llevaría a que en unos pocos días no sería de extrañar que la FAA, la autoridad aeronáutica estadounidense emitiese una directiva de seguridad ordenando la revisión de esos B-737 MAX.
Boeing, no obstante, tampoco descarta que se puedan producir nuevos retrasos en las entregas de estos aviones. Estos retrasos se sumarían a los que ya acumula Boeing, y que en muchos casos no permiten al fabricante confirmar adecuadamente a sus clientes la fecha de entrega de nuevos aviones.
Durante esta semana también se espera un primer informe sobre la perdida de la sección del fuselaje del Boeing 737-9 de Alaska Airlines.
Deal también señaló que habían pedido a un suministrador que no quiso identificar, que parase sus envíos hasta que todo estuviese resuelto.
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