Los dos Boeing 747-200 de la USAF usados para el transporte del presidente de Estados Unidos serán sustituidos por la más moderna versión del cuatrimotor de Boeing, el 747-8I.
Los dos Boeing 747-200, VC-25 según la denominación de la USAF, que se emplean para el transporte del presidente de Estados Unidos, fueron adquiridos durante el mandato del presidente Reagan pero sería su sucesor, George H.W. Bush quien primero los usaría ya en 1990.
La sustitución de estos aviones lleva tiempo debatiéndose, pero ha sido ahora cuando la secretaría de la Fuerza Aérea, Deborah Lee James, junto al subsecretario de Compras, tecnología y logística, Frank Kendall, ha anunciado que será el Boeing 747-8I el modelo finalmente elegido.
No es que sea ninguna sorpresa, dado que los dos únicos posibles contendientes eran el Boeing 747 y el Airbus A380, pero como en las especificaciones del programa se señalaba que el avión debería ser montados en Estados Unidos, el A380 quedaba fuera.
Al hacer el anuncio, la secretaria señaló que “El Boeing 747-8 es el único avión construido en los Estados Unidos que, una vez completamente equipado para su misión, cumple las capacidades establecidas para llevar a cabo la misión de apoyar al presidente”.
El documento de anuncio de la decisión además autoriza la compra de los aviones sin tener que llevar a cabo una competición abierta y que Boeing será el único contacto del programa. Es decir, que será la propia Boeing quien lidere todo el proceso de modificación y equipamiento que sea preciso.
Este documento abre ahora el proceso de negociación para la adquisición de las plataformas (los aviones) y su equipamiento interno, así como el precio y que “muy probablemente llevará a la firma de un contrato”.
James también declaró durante el anuncio que aunque los dos VC-25 son aviones excepcionales, sufren de obsolescencia, falta de repuestos, y cada vez son precisos mayores períodos de mantenimiento.
Los dos Boeing 747-200 equipados para el traslado del presidente de Estados Unidos son los matriculados 82-8000 (más comúnmente denominado 28000 ya que es la cifra que lleva escrita en su deriva) y 92-9000 (29000).
Las matrículas de los aviones de la USAF se componen de dos partes.Primero el año de compra del avión en forma de las dos últimas cifras del mismo (aunque muchas veces se pinta sólo la última), y después el número secuencial del contrato de compra. Así, el primer avión que se compra en un año concreto es el XX-0001. Cuando el avión cumple diez años se le suele añadir una «O» delante del año. En el caso de estos dos Boeing 747 no se siguió este sistema, y en su lugar se les asignó inicialmente las matrículas 86-8800 y 86-8900, después cambiadas a las citadas. El motivo es que se quiso seguir la secuencia de los dos Boeing 707 a los que reemplazaron. Los 62-6000 y 72-7000 (26000 y 27000).
Los B747-200 presidenciales aún pueden seguir operando 10 o 12 años mas con un buen mantenimiento. La compra de B747-800 es una ayuda para demorar algo el cierre de la cadena del 747, que inexorablemente será en 2017. Incluso los -200 podían ser remotorizados y operar otros 20 años o mas. Se ahorraría mucho dinero del contribuyente.
Desde luego, los 747-200B que componen actualmente la flota de Air Force One podrían seguir volando varios años, ya que el mantenimiento es increíble. Cada mínima avería lleva a remotorizar prácticamente el motor entero, lo que a su vez es también un coste altísimo.
Lo de comprar 747-8 es porque en realidad no había otra opción, siendo el A380 europeo…