Luis Guerra es nuestro segundo invitado en Time to Fly, nuestra nueva sección de video-entrevistas. En esta ocasión nos habló tanto de las nuevas instalaciones de la empresa como de los principales programas en los que trabajan.
Airbus Space inauguró oficialmente su nueva factoría en Getafe hace siete meses con la presencia de Felipe VI, en un acto que también sirvió para celebrar los 100 años de CASA.
Esta factoría, que comenzó a construirse en 2018 (por medio el parón por el COVID-19), está terminando de sustituir a las instalaciones junto a la antigua sede en la carretera de Barcelona cerca del aeropuerto de Madrid-Barajas. Antes del fin de 2023 se espera no tener allí nada en uso.
Estas nuevas instalaciones, que se diseñaron con la producción del nuevo lanzador de Arianspace, el Ariane VI, en mente, dan cabida hoy en día además a la producción de componentes para lanzadores como el Falcon 9 de Space X, una de las empresas espaciales de Elon Musk.
Se trata de una factoría de las denominadas de pulso, en la que cada pieza se va moviendo a diferentes estaciones durante su producción. La sala de ensamblaje tiene una superficie de 22.000 metros cuadrados, y de ella salen las mayores secciones construidas en una sola pieza en materiales compuestos para lanzadores espaciales.
Además, en ellas se pueden fabricar y probar tanto satélites completos como componentes de los mismos (en una zona de 14.000 metros cuadrados).
En estos momentos se está trabajando en terminar de preparar las cámaras anecoicas y los sistemas de prueba por vibración. Precisamente uno de estos será lo último que entre en servicio ya que se vio que era más práctico, y barato, instalar una unidad de nueva manufactura que trasladar desde el emplazamiento anterior e instalar la mesa de vibraciones antigua.
Estas instalaciones en Getafe abren importantes oportunidades de negocio además, ya que permiten hacer trabajos antes impensables.
Este complejo, sito, como decimos, dentro de las instalaciones de Airbus en el aeródromo de Getafe, cuenta además con la mayor sala limpia del sur de Europa, capaz de albergar cualquier tipo de satélite con sus 15 metros de altura y 3.500 metros cuadrados de superficie. Cuenta con espacios de trabajo que permiten llevar a cabo hasta una decena de campañas a un tiempo. En esta sala, que en estos momentos se está terminando de habilitar, los encargados de las pruebas trabajan desde habitaciones adjuntas, teniendo que ingresar a la sal limpia propiamente dicha solo en contadas ocasiones, lo que agiliza los procesos.
Destacar que dentro de esta sala limpia, y una de las dos cámaras anecoicas, se va a trabajar en programas del FCAS. Para ello, por ejemplo, en la sala limpia se cuenta con un sistema de mamparos móviles para evitar miradas no deseadas sobre lo que se estará haciendo.
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