Boeing y Saab han apostado por un avión asequible, de bajo riesgo y más flexible que los modelos más antiguos en su propuesta a la USAF para sustituir a los T-38.
Boeing y Saab han presentado hoy en Saint Louis (Missouiri, EE.UU.) sus dos prototipos que presentará al concurso de la USAF para sustituir a los Lockheed T-38 en misiones de formación avanzada.
El diseño que han elegido ambos fabricantes es el de un monomotor (usa el General Electric F404) bideriva, y con “asientos como los de un estadio”. Además puede ser equipado con un sistema de reabastecimiento en vuelo y dos puntos de anclaje bajo cada ala.
Su aviónica incluye sistemas de simulación para el entrenamiento en vuelo, y plena capacidad para ser modernizado a lo largo de la vida operativa del avión.
El primer avión está ya en la fase de pruebas en tierra, y debería volar antes de fin de año; mientras que el segundo servirá para pruebas estructurales en tierra.
Aunque ninguna de las dos empresas ha querido dar muchos detalles, para preservar posibles ventajas frente a sus competidores, sí han señalado que el avión puede ser ensamblado sin el uso de maquinaria, que se emplean nuevos adhesivos, que por ejemplo reducen de forma significativa el tiempo necesario para fabricar la cúpula de la cabina de los pilotos, y también piezas impresas en 3D en polímeros.
Tampoco han querido hacer público el reparto de trabajo entre ambas, indicando tan solo que gran parte de las tecnologías empleadas proceden del F/A-18 y del Gripen, con sistemas importados directamente de estos aviones al T-X.
Además de Boeing y Saab, Northrop Grumman está probando ya en tierra su prototipo para el concurso; mientras que Lockheed Martin presentará, junto a KAI de Corea del Sur, una versión del entrenador T-50; y Raytheon y Leonardo (antes Finmeccanica) una versión del M-346 —la versión italiana a su vez del Yakovlev Yak-130—.
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