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ENAIRE trasladará el Control de Palma de Mallorca a Son Bonet

El Centro de Control de ENAIRE en Palma, que será trasladado al cercano aeródromo de Son Bonet.

El nuevo emplazamiento permitirá ampliar y modernizar las instalaciones, renovar el equipamiento y disponer de una sala de contingencias separada.

ENAIRE, la empresa adscrita al Ministerio de Transportes y responsable del tráfico aéreo, promoverá el traslado del actual Centro de Control de Baleares y las dependencias de la dirección regional, ubicadas en el aeropuerto de Palma de Mallorca, a otro emplazamiento en el aeródromo de Son Bonet.

El traslado está motivado por razones de eficiencia operativa y de optimización de los recursos, infraestructuras e inversiones públicas y no afectará a la continuidad del servicio. El objetivo es ampliar los espacios destinados a nuevos equipos de navegación aérea, renovar los equipos e instalaciones y disponer de una sala de contingencia separada físicamente de las instalaciones actuales para aumentar la resiliencia de los servicios.

La mejora tecnológica facilitará la implantación de nuevas operativas en la gestión del espacio aéreo para mejorar la calidad del servicio y reducir el impacto ambiental. Además, la actuación permitirá adecuar las dependencias de esta entidad pública a la normativa en materia de eficiencia energética y sostenibilidad. La dirección regional balear de ENAIRE, el Centro de Control Aéreo y la Torre de Control del Aeropuerto se encuentran actualmente dentro del recinto de Palma de Mallorca, donde Aena está acometiendo unas importantes obras de remodelación.

Esta remodelación para la mejora de la calidad del servicio al pasajero implica modificaciones en los accesos, entre ellos, al Centro de Control de Baleares. Las obras de adecuación necesarias para conseguir materializar los objetivos de reforma y ampliación del Centro de Control obligarían a hacer inversiones significativas en un emplazamiento muy limitado. Lo más óptimo, por tanto, es el traslado.

La decisión se materializará mediante la preparación de los correspondientes proyectos con racionalidad inversora tanto en la infraestructura como en los equipos e instalaciones de navegación aérea. El proceso de traslado se producirá asegurando la continuidad de los servicios y manteniendo unas tasas competitivas, en comparación con los aeropuertos europeos equivalentes.

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